Le da la vuelta a la idea de ponerse al descubierto. Le hace una llave de judo.
No se ve bien, pero diría que tanto los zapatos como las piernas son reversibles, que valen tanto para el izquierdo como para el derecho, vaya, no sé cómo llamarlos, unisex, ambidiestros, en definitiva: versátiles, de hecho son gorros, no zapatos.
Lo que no valen son piernas de maniquíes de escaparate, algo de un cool trasnochado. Hay que gastarse el dinerito, aflojar la mosca, amigo... entrar en el mercado de segunda mano de ortopedia.
juas
ResponderEliminarLe da la vuelta a la idea de ponerse al descubierto. Le hace una llave de judo.
ResponderEliminarNo se ve bien, pero diría que tanto los zapatos como las piernas son reversibles, que valen tanto para el izquierdo como para el derecho, vaya, no sé cómo llamarlos, unisex, ambidiestros, en definitiva: versátiles, de hecho son gorros, no zapatos.
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No, espera, eso es ridículo.
Es verdad, parecen pies derechos... pies hechos y derechos.
ResponderEliminarLo que no valen son piernas de maniquíes de escaparate, algo de un cool trasnochado. Hay que gastarse el dinerito, aflojar la mosca, amigo... entrar en el mercado de segunda mano de ortopedia.
ResponderEliminarEl otro día pasé por una tienda de éstas de ortopedia (pasé por la puerta, quiero decir). El letrero decía: SUPERMERCADO DE LA SALUD. Je. Salud, dice.
ResponderEliminarMe parece una idea cojonuda, la de las piernas-zapatero. Otra:
http://www.winifredwikkeling.com/blog/2009/04/29/perspective-chair/
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