10/05/2009

síndrome de abstienencia

Fui a ver el musical “Hoy no me puedo levantar”. Allí me planté, en el musical me colé ;)

La gente a mi alrededor disfrutó mucho. Para mí fue una experiencia muy febril, os lo explico.

A mitad de la obra hay una escena en la que uno de los personajes está sufriendo muy salvajemente un síndrome de abstinencia de heroína. Su cara está demacrada, sus gestos son nerviosos, desesperados. El momento es realmente duro.

La canción escogida para acompañar este drama tan tremendo es “Perdido en mi habitación”. La letra le va muy bien, la verdad: “Perdido en mi habitación, sin saber qué hacer, se me pasa el tiempo…” Muy adecuada.

Fue entonces cuando todo se volvió muy raro, muy de pesadilla: la canción es un hit, un éxito que está en la memoria colectiva de todos, así que el público, muy alegre, en cuanto reconoció la melodía, sin reflexionar demasiado sus actos, cómo poseído por la satisfacción de conocer el tema, empezó a dar palmas al compás de la música.

El delirio colectivo: cientos de personas aplaudiendo, todos muy contentos, a alguien que está pasando un mono de caballo. ("caballo" aquí quiere decir "heroína" y quiere decir también "grandes dimensiones", je je je je)

Qué circo romano más nefasto: cientos de personas extasiadas dando palmas, animando a un yonki mientras éste se muere de la ansiedad, a punto de vomitar, arañando las paredes.

La gente, en realidad, lo que estaba expresando, lógicamente, es que le gusta la canción, pero eso no es lo que parecía: había un extranjero entre el público, un señor danés, muy serio, que nunca en su vida había escuchado las canciones de Mecano (que había llegado allí porque en el hotel donde se hospedaba le habían engañado revendiéndole unas entradas que les sobraban) que estaba muy escandalizado, que se volvió a su país convencido de que en España nos van mucho los síndromes de abstinencia, que aquí, por lo visto, nos entusiasman mucho los monos de heroína, "es una cosa cultural muy propia de España" va diciendo por ahí.

Mi pequeña crítica de "HOY NO ME PUEDO LEVANTAR": Un arrebato nostálgico colectivo que anula cualquier intento de reflexión. Cientos de personas aplaudiendo con fervor un síndrome de abstinencia.

1 comentario: