El padre del otro día, el padre hijo de puta. No me lo saco de la cabeza. Un padre que consigue que su hijo le obedezca a base de dar lástima.
“Va, Joan, que si no t’ho menges tot el pare plorarà, el pare estarà trist. ¿Vols que el pare estigui trist?”
El muy cabronazo usa esa estrategia para todo: ”No, no podem anar al parc d’atraccions perque el parc d’atraccións em fa posar molt trist, Joan”
Cualquier otro padre, un padre decente, busca la admiración de sus hijos, quiere ser su referencia. Pero éste no, éste es un ladino, éste va por la vía de la lástima el muy ruin.
El tío le ha dado la vuelta a la tortilla: el padre llorica. Es el antipadre, joder. EL ANTIPADRE. Satánico.
Je je, no pero no me negaréis que es listo ¿Eh? Tiene vista, tiene vista este Afflelou. El Afflelou, el padre Afflelou cabrón.
Su hijo, Joan, siente muy intensamente el peso de la culpa, siempre ve a su padre triste, llorando, y asume que si su padre está deprimido es por su culpa: el niño, de 8 años, muy apagado, muy obediente pero muy melancólico, llevando la pesada carga de la infelicidad de su padre.
En esa casa se respira un ambiente muy sórdido, muy dramático, un silencio muy frío. Una atmósfera paranormal muy enfermiza.
Al padre le hace mucha gracia toda esta farsa. Cuando su hijo no le ve se ríe mucho, se vanagloria de su treta. Se ríe a carcajadas. Se descojona.
Afflelou, el padre cabrón.
Iba a acabar hoy con un anunció de Tchin Tchin de Afflelou. Siempre me ha hecho mucha gracia este hombre, este Afflelou , je je je je… Pero me he encontrado con estas verdaderas butifarras:
10/29/2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Parece que hay algo en eso del Tchin-Tchin.
ResponderEliminarAlgo que el Sr. Aflelu vió (claro como tiene mejores gafas).
Merecería un comentaro de la abuela