Notó que una pelusilla muy suave, un vello muy fino, crecía en las piernas de aquella Barbie.
Se fijó que en el vestido, en la zona de los sobacos, Barbie lucía sendas manchitas de humedad. ¿De sudor? las olió y sí, de sudor.
Le levantó la falda. Le había venido la regla.
5/03/2010
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Lástima que nadie se percató de la metamorfosis de Kent, arrumbado en una vieja caja de zapatos. ¡Menudo escroto!
ResponderEliminarPero tronco, qués estás haciendo?
ResponderEliminaribas bien!
S.
El anónimo S. dice "tronco"
ResponderEliminar¡Las patadas de S! El blog de la abuela tiene un pececillo que le mordisquea los tobillos.
ResponderEliminarEl tal S puede ser la misma Abuela (sería de esperar una jugada así por su parte). O es alguien cercano a la Abuela (su hermana, yo que sé), o un desconocido que lo admira de una forma agresiva, o realmente es una persona más o menos crispada. Sea quien sea, creo que a la Abuela le gustan estas chanzas, estos pellizcos.
A LA ABUELA LA VEO MUY DE LA PELEA DE RECREO. MUY DE EMPUJAR LA PUERTA PARA QUE NO ENTREN.
Le había venido la Regla. La Virgen de Regla. Le había venido con un chiste o no sé qué coño.
ResponderEliminarAbuela, no le dé ideas a la Coixet, que esa copia y luego no lo admite.
ResponderEliminarLa aparición de la especie "vigilantes de los blogs", de la que seguramente yo forme parte, me está dando que pensar...Hummm, por aquí vas bien; no, por ahí te desvías; eso no hace gracia...Joder!!! Pero es que nunca se van a acabar los exámenes!!!!.
ResponderEliminarMuy buena esa imagen de "empujar la puerta para que no entren".