Se siente con fuerzas. Se ve preparado. Se atreve con cagar de pie:
"QUIÉN ME MANDA A MÍ METERME EN ESTE LÍO" se pregunta. Pero no se decide a sentarse en la taza, no pone fin al drama. En realidad no quiere.
Tampoco quiere ni mirar, prefiere no verlo.
La vida a veces es así ¿no os parece?
Me han propuesto ilustrar un libro infantil, ¿quieres hacerlo tú...subnormal? (por alguna razón le ofenden mucho los dibujos de la abuela).
ResponderEliminarPor otro lado..un libro infantil ilustrado por la abuela...no está mal.
tostadoras de pan, ahora el cagar en vertical... qué quieres de nosotros?
ResponderEliminarSólo una cosa más: quería hacer notar que la distancia entre el el culo de ese señor y el váter hacen que su propósito alcance proporciones épicas.
ResponderEliminarEstamos todo el rato reflexionando en torno al concepto de Utopía.
A mí lo que me inquieta es el cuaderno donde hace estos dibujos la abuela. ¿Lo tiene escondido o está al alcance de cualquiera? (Perico Romero da por hecho que la abuela vive con alguien)
ResponderEliminarPor otro lado, es cierto lo que comentas. Toda la Humanidad mira de reojo sus vidas, como imbéciles. Me encantan estas actualizaciones tuyas superprofundas. De pensar y to eso.
No entiendo la mano abierta. Debería ser un puño cerrado con fuerza, con las uñas hincadas en la carne. La tensión lo hace sufrir mucho.
ResponderEliminarwow! Me interesa
ResponderEliminarEl váter tiene una tubería que conduce directamente al depósito de agua, por lo que si tiras de la cadena la mierda brota de nuevo. El depósito de agua está apoyado en un pobre alambre.
ResponderEliminarotra vez el tema de cagarrr ...
ResponderEliminarno sé, no sé...
No anónimo, permíteme que te corrija, el tema de hoy no era el cagar, te has dejado llevar por las apariencias, te ha distraído el envoltorio. Hay que ir a la esencia, amigo.
ResponderEliminarPiernas envueltas en alambrada. Mola.
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