Buf, rápido, te están esperando. Mea rápido y nos vamos. Prisa, prisa. Aprieta para que el pipí acelere. Vinga, vinga.
No acabas nunca, y no es una forma de hablar: LA ORINA NO ACABA NUNCA*.
*Cuando llevas 5 minutos puede parecer gracioso, pero cuando llevas horas meando, cuando ya te has acurrucado a llorar en la esquina del water y te da igual estar inundándolo de orín, entonces ya no es tan gracioso.
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Es una buena meditación: "Dejarás de mear cuando te mueras".
ResponderEliminar¿Pero qué me dice del tiempo que hacen perder a LOS DEMÁS los meadores de fondo? He conocido a individuos, a meadores de largo recorrido, que incluso prolongaban ARTIFICIALMENTE la micción simulando con la boca el sonido del chorrito. Algo que me parece intolerable.
Sap, eso que cuentas, además de intolerable, es una gran cosa.
ResponderEliminarabuela! yo se que usted me habla pero no entiendo a lo que se refiere! Soy el autor del blog del Humor Tonto, todo es propiedad mia. A ver si pudiera usted aclararme las dudas!
ResponderEliminarmwahahahahakaskjsjashahakss
ResponderEliminarenamorada me dejó esta entrada!
mear como una de aquellas fuentes que se retroalimentan. un meado en círculo, en bucle. bueno, bueno
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