11/10/2009

el agujero de la muerte

Trancas y Barrancas envejecen. No es que las antenas se les tiñan de blanco como si fueran canas, no es que les salgan arrugas, no. Envejecen de verdad, cómo lo que son, envejecen como muñecos de trapo que son: les salen borlitas, el color de la tela ya no es tan intenso, el plástico de sus ojos ya no es tan transparente…

En una reunión, Pablo Motos decidió no substituir los muñecos por otros iguales. Quedaría muy antinatural que de repente, de un día para otro, aparecieran muñecos nuevos, luminosos, intensos. Eso le quitaría magia a los personajes, perderían verdad.

-Además, todo el mundo envejece, las personas también envejecen, yo mismo envejezco, Flipi también, todos- Reflexionó Pablo.

Se decidió que Trancas y Barrancas envejecerían. Las consecuencias no calculadas de ésto es que, si el programa dura lo suficiente, podrían llegar incluso a morir. Queda abierta, por qué no, la posibilidad de que un día, en un ensayo de un experimento o alguna de estas mierdas, se queme uno de esos insustituibles muñecos y muera.




Las emisiones, claro, continuarían -Porque Barrancas lo hubiera querido así- declararía Pablo Motos, con un cierto grado, ya, de locura.

Aunque, claro, volverían sólo con una hormiga, con Trancas, muy triste. El programa saldría adelante, todo acabaría volviendo a la normalidad. Pero el deliro, lo enfermizo, es que en la mesa, esa mesa dónde supuestamente viven las hormigas, seguirían teniendo dos agujeros, dos agujeros para, ahora, una única hormiga.

-Es un homenaje que le hacemos a Barrancas- diría Pablo Motos cada vez más ido.

Y el programa se transformaría en una cosa muy desasosegante, porque seguiría siendo un programa alegre, para toda la familia, pero ese agujero... ese agujero que sobra, inhabitado, ahí detrás, en la mesa, siempre recordando que Barrancas murió.

La imagen de la muerte siempre ahí, mientras se baila, y se canta, y se grita.

El telón de fondo de toda esta alegría, niños, es este agujero, EL AGUJERO DE LA MUERTE. ¿Es eso? ¿Es eso con lo que quieres que los niños se vayan a dormir, Pablo?

Que macabro. Es como dejar un sitio vació en la cena de Nochebuena a un familiar que murió hace años, y ponerle plato. Por favor. POR FAVOR PABLO MOTOS, CAMBIA YA ESOS PUTOS MUÑECOS.

2 comentarios:

  1. Anónimo18:28

    Hay que enviarlo ya a El Hormiguero!!!!
    Lo transformarán en un tema de debate, que les puede aporetar una gran audiencia. Todo el mundo se volcará, la mayoria para pedir que las actuales Trancas y Barrancas no mueran -son ya tan nuestras- y si mueren, que nadie ocupe su lugar...
    Vaya filón que les brindas. Y gratis!!

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  2. Anónimo10:57

    creemos un grupo en Facebook, no podría seguir viendo el Hormiguero con ese agujero vacío!!

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