Curarse poco a poco.
Lesionarse algo, hacerse una herida, y a partir de ahí estar cada día un poquito mejor, ir mejorando muy lentamente.
Disfrutar de la mejoría, recrearse en ese progreso, gozar del menos dolor, del poquito dolor, de sus matices cada vez más finos y sutiles.
Hay ahí un tema de masoquismo sublime, un violín bien agudo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sublime!
ResponderEliminarcomo podar una planta? recortando trocidos de su cuerpo para hacerla más fuerte...
ResponderEliminarUna herida real o metafórica?
ResponderEliminarreal, real, un arañazo la mar de normal, no nos pongamos tontetes, eh?
ResponderEliminarDe un arañazo la mar de normal no tarda uno días en recuperarse, coño. Menudo masoquismo impostado.
ResponderEliminarEsther es una de tus críticas más duras, abuela. Es tu Carlos Boyero.
ResponderEliminarjaja, leerlo como si fuera metafórico. Todo da un giro asqueroso.
ResponderEliminarCreo que Dali pasaba horas con una aguja clavada en el lóbulo de la oreja para luego sentir alivio cuando se la quitaba.
ResponderEliminar