1/06/2011

Tierra firme

El listo del grupo, el de "yo camino y que me sigan", el que no quiere debatir sobre dónde ir a tomar las copas. El líder, el de la personalidad fuerte. El que coge y se pone a andar sin decir nada a nadie.

En todos los grupos hay un guapo así. En los grupos de ciegos también, en los grupos de amigos ciegos.

El líder ciego que aplica esa lógica y joder, el muy idiota se pira y nadie se da cuenta.

No, pero nunca se le ocurriría a un ciego hacer eso, aquí el liderazgo exige audio. Habría que adaptar la historia, no sé, el tío se pone a caminar sin decir ni pío, pero pegando bastonazos muy brutales, unas hostias fuertísimas contra el suelo.

Ahí ya sí, ahí ya los otros del grupo entienden muy bien los códigos de la situación y le siguen, y todo ya se mueve de nuevo en el terreno de la normalidad, se sucede una situación muy reconocible a partir de ese momento: la resignación, la dudas... "¿dónde vamos al final?" "No sé ¿oye dónde vamos?" "Yo os estoy siguiendo" etc.

Todo esto ya está dentro de los parámetros de lo estándar, estamos a salvo aquí, pisamos tierra firme de nuevo.

Los finales felices son los mejores.

1 comentario:

  1. Igual son las drogas pero dióooos, "unas hostias fuertísimas contra el suelo" me parece la mejor frase de la pollería de la calle de Les Tres Tenyores del barrio.

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