12/10/2010

admiración muy normal

Ayer caminando por la calle vi a un hombre que cargaba con su hija en brazos. La niña jugaba con la caspa que le caía al padre sobre los hombros mientras canturreaba “Papá suda nieve, papá suda nieve…”

Me pareció una cosa bonita ver a esa niña desprendida de la conciencia de que la caspa es una cosa asquerosa, atribuyendo una especia de virtud simpática y casi mágica a su padre, pero con mucha naturalidad, como si fuera muy obvio cualquier mérito sobrenatural en él. Esa admiración de los niños por sus padres, tan ausente de sorpresa, tan por descontada.

En realidad no vi nada de todo esto, lo cual hace que lo de decir “sudar nieve” para referirse a la caspa pase a ser una ocurrencia repugnante mía.

4 comentarios:

  1. Has vuelto muy bien. No te vayas. Quédate a vivir.

    ResponderEliminar
  2. mejor lo de ayer eh?
    muy bien de todos modos, muy bien
    me gustaria que guardaras en una caja fuerte la idea de los turistas obras de arte. Para cuando te mueras. ok?

    ResponderEliminar
  3. Anónimo17:35

    una ocurrencia repugnante mía.

    ResponderEliminar
  4. Uy, esta entrada me gusta doblemente. Empieza muy bien y acaba mejor. Creo que es la mejor que he leído Abuela!

    ResponderEliminar