6/10/2010

reunión

Recibe una llamada de la secretaria del Director General: el consejo de dirección está reunido y quieren verle ahora mismo.

-¿Qué coño…? Joder.

Se pone a sudar. La sangre le bombea muy caliente en las sienes, por todo el cuerpo le arden las venas y un vómito ácido le raja por dentro desde el culo hasta la garganta.

Se levanta.

En el ascensor se le humedecen las axilas, le pica la vejiga y le escuecen los ojos

Se abren las puertas: entre él y la puerta de la sala de reuniones se interpone la presencia borrosa, fantasmagórica, de un niño que sujeta una pelota.
Ese espectro le habla.

-Eres gilipollas -dice.

7 comentarios:

  1. La pelota no la vemos por ningún lado, perdona que te digamos, eh.

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  2. El otro día estuve con Nina, y me trató peor que nunca. Me ninguneó, me insultó, se rió de mi...
    Ya se ha convertido en una bola de papel de plata imposible de volver a su forma original.

    Este relato y dibujo me han recordado muchísimo a lo que me supone a estas alturas quedar con Nina.
    No entiendo nada.

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  3. Perico, hay una pelota, está ahí, detrás de la bruma.

    Xavi, tengo planeado quedar con Nina la semana que viene y estoy acojonado. Creo este post es fruto de ese miedo.

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  4. Anónimo16:26

    pero qué puta mierda es esto

    te pongo un 1,2 y me duele a mí más que a ti. te lo aseguro.

    S.

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  5. Jauja19:59

    Todos, tambien vosotros, hemos sido niños y ahora seguramente alguna vez gilipollas.

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  6. No le duele que el niño le llame gilipollas. Le duele que lo haga con acento aragonés.

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