Se levantó de madrugada a cagar y sentado en el wáter se dio cuenta de que se había dejado la puerta abierta.
Temió que a ella la despertaran los chof de la mierda contra el agua, pero se quedó tranquilo pensando que la chica siempre había tenido un sueño muy profundo y que, a esa distancia de la cama, aquel sonido de zurullo zambulléndose sería equivalente a, por ejemplo, acariciar suavemente su mejilla.
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cómo molan las historietas y relatos del cagar. A mi me dedicaron uno!
ResponderEliminarMira:
http://abusodelaspalabras.blogspot.com/2011/07/mierda.html