Le despertó el intenso sonido de la sirena de una ambulancia que circulaba por la calle.
-Parece grave- Pensó. Lo pensó porque la sirena sonaba muy fuerte, como si las ambulancias subieran el volumen cuando la cosa pinta mal, cuando pinta cadavaer, cómo si al conductor le gustara dar un poco de información al exterior por esa vía.
No, lo que pasa es que la sirena no deja de ser la representación del grito del enfermo que hay dentro. La ambulancia hace de caja de resonancia de la desgracia del pobre moribundo.
En el futuro usarán los gemidos del enfermo como sirena, los emitirán en directo por unos altavoces instalados en el techo. Ya lo veréis, está a la vuelta de la esquina, está viniendo, la ambulancia, viene a toda prisa. Quizás, quién sabe, quizás la prueben con vosotros, ja ja, quizás os pasa algo grave lo suficientemente en el futuro como para que la estrenéis.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Los enfermos mudos van a ser un problema
ResponderEliminarY no digamos los enfermos inconscientes. Que a mí me han llevado un par de veces en estado de shock.
ResponderEliminarUna de las primeras cosas que se aprenden con aquello del triage es que "el que más grita, es el que menos te necesita".
Es una gregueería pura, la del grito. Con la fórmi¡ula de Ramón se enunciaría más o menos. "Las ambulancias deberían subir el volumen del grito de sus sirenas según la gravedad el herido que llevan adentro"
ResponderEliminary cuando no van vacias? los conductores tendrian q ser cantantes profesionales porque sino acabarian afónicos..
ResponderEliminar