Así le daba la mano Rosell a Guardiola el otro día que firmaron la renovación del contrato:
Me ha provocado una repulsión extraña ese dedito que saca Rosell, esa posición rara de los dedos de la mano como buscando el contacto con la arteria debajo de la muñeca de Guardiola. Hay un pequeña traición ahí, algo sospechoso, una treta sibilina, un secretito de vampiro.
Me pregunto si Guardiola notó ese contacto extraño, si fue consciente de que Rosell le estaba tocando de esa forma sórdida, si sintió asco, si llegó platearse la posibilidad de resistirse a esa violación ahí, delante de las cámaras.
Lo podría haber hecho elegantemente: "Ese dedito" y haberle sujetado el dedo con tranquilidad y haberlo reconducido a una posición más ortodoxa.
Eso sí que hubiera sido asqueroso: "Ese dedito Sandro"
Pero se hubiera jugado muy intensamente en un espacio muy reducido, se hubiera concentrado mucha energía en ese plano detalle de las dos manos estrechándose, y yo creo que hubiera sido bastante bonito.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aquí te has pasado definitivamente.
ResponderEliminarajajajaj
ResponderEliminarsandro tabú.
Peor es el pulgar de Guardiola. Parece un postizo. Que repelús...
ResponderEliminarYo sospecho que es una especie de saludo secreto Masón que les identifica como miembros de su logia.
ResponderEliminarDudo entre eso y que Sandro y Guardiola en la intimidad lleven un colegueo salvaje de amigos tipo Latin King. Y en sus despachos del F.C.B se hacen saludos esperpénticos que requieren casi una coreografía de 5 minutos. De esos que si te encuentras al otro por accidente tienes que despejar tu agenda para esa misma tarde porque sabes que toca hacer "El Saludo".
Ese Saludo que sólo saben ellos y que les hace sentir especiales cada vez que lo practican porque en la cima a veces uno se siente muy sólo.