Un capricho del azar quiso que el recién nacido encadenara una serie de balbuceos que construyeron una frase del mundo adulto con pleno sentido.
¿ME PONES UN CAFÉ SOLO? POR FAVOR
El niño iba a tardar todavía muchos meses en empezar a hablar.
;( Guiñar triste
Con esa cara, ya se veía que un día seria adulto.
ResponderEliminarEn cambio hay adultos con cara de no haber sido niños.