Mango sugiere un vestido sin tela en la parte central, en el que cada mitad se aguante solamente sobre un único hombro.
En realidad solamente sugieren esa posibilidad haciendo coincidir el blanco de la franja central del vestido con el blanco del maniquí. Pero sería bonito lo otro, el vestido sin zona central, que obliga a caminar intentando mantener en su sitio esas especies de togas azules.
Habría que pelear a full por ese equilibrio, con una disciplina espartana, pero la recompensa son unos andares inequívocamente elegantes, una tensión perfecta de músculos y articulaciones.
En absoluto, lo contrario, la recompensa sería caminar haciendo unas torsiones que te ponen en el más lamentable de los ridículos.
6/15/2012
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Especial mérito mantener rígidas las esquinas del cuello. Andares que almidonan.
ResponderEliminarEsta propuesta me recuerda a ir con el albornoz sin cerrar. Y digo ir, caminar, andar, no estar parado. No hay elegancia en estar parado de pie con el albornoz abierto y la chorra fuera.
Menudo espectáculo
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