Hablo de la monja intelectual de Cataluña, la que habla tan bien. Suelen entrevistarla en programas culturales, y en realidad no va en calidad de monja, va en tanto que intelectual. Cree en Dios, pero ojo cuidado de todo lo que puede hablar con gran autoridad y sin su ayuda, sin la ayuda de Dios.
Puede ganarte en cualquier disputa intelectual sin el juego sucio de la fe, te puede noquear y luego volverse a casa con ese As, la carta Dios, bien tranquilo en la manga. Puede, en definitva, permitirse el lujo de dejar al Señor en el banquillo.
Esta monja lista de TV3 se pasó el otro día toda una entrevista con la mano en una posición bastante sórdida:
Quizás no las tenía todas consigo al fin y al cabo:
la carta Dios