Es un fotógrafo especializado en bebés, trabaja en estudio: fotos cuidadas y de muy buena calidad.
Los padres acuden a él buscando un recuerdo muy perfecto de su hijo, muy bien iluminado, con un fondo neutro, de mármol: su bebé sin distracciones, puro.
El fotógrafo domina el proceso. Va moldeando al niño, lo ves que le va buscando el encuadre, se pone aquí y allá, lo mueve un poquito, muy suave, lo va acomodando: "el bracito por aquí, no te muevas, la pierna se la encogemos otro poquito" Lo va amasando, lo va domando.
Es un proceso muy sereno, de mucha paciencia: el bebé está muy bien, muy calmado, pero no acaba de quedarse quieto y parece como que tiende a abandonar su posición, como que, muy dócil, fluye hacia su forma original. Pero el fotógrafo, muy constante, muy metódico, le va retocando la postura, poquito a poco, poquito a poco, así, así, tranquilo.
Le habla bajito, relajante, le susurra al bebé pequeños consejos muy básicos: “eso es… mm… la sonrisita… así, así, quietito ahora, la manita… eso, un poquito para aquí, sexy…”
SEXY.
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Estoy teniendo un súbito flash del pasado...
ResponderEliminarOh...
Oh, ¡cabrón!
Cool!
ResponderEliminarla historia es muy absurda ..pero que a Joe dudley de 10 años de Sudáfrica le parezca cool es delirante .
ResponderEliminarBueno, abuela. Aquí me imagino a la otra abuela bloguera, a la que tuvo 95 años, escribiendo estas cosillas de bebés sexys. Que el último post de su vida fuera éste.
ResponderEliminarCuando llegues a su edad, por favor, continúa con el blog. Pero sería otro, "El bebé bloguero", ¿no? Has de jugar con esta mierda toda tu vida.
lo de joe dudley debe ser examinado con frialdad, nos ha roto demasiados esquemas
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